La importancia del jardín en las residencias
Salir al aire libre puede ser muy beneficioso para las personas que acuden a un centro de día o viven en una residencia, y hay una enorme cantidad de actividades, trabajos y experiencias que la harán una experiencia agradable.
Muchos de los centros de día o residencias tienen sus propios jardines, pero lamentablemente, se descuidan con facilidad por falta de tiempo, recursos o ideas que llevar a cabo en ellos. Sin embargo, la literatura científica destaca los beneficios de estar al aire libre y en el jardín para las personas mayores y personas con demencia que viven en estos entornos de cuidado.
De hecho, un informe de Thrive (la Organización Benéfica de Jardinería de Reino Unido) encontró que la implementación de un programa estructurado de jardinería podría tener un impacto positivo en el bienestar, la cognición y el estado de ánimo de las personas con demencia de aparición temprana.
Y si estimulas a las personas que viven en tu centro a simplemente sentarse al aire libre y disfrutar del aire fresco, o a involucrarse en las actividades en el exterior, notarás que pasar tiempo en el jardín puede ser extremadamente beneficioso para ellas.
1. Cultivar fruta, hortalizas o hierbas aromáticas
La belleza de la jardinería es que estimula los sentidos, especialmente si puedes comer lo que has cultivado. Algunas de las cosas más fáciles de cultivar son las frutas suaves, como las frambuesas, las fresas o los tomates, y las hierbas como el romero o la hierbabuena. A los residentes les encantará ver crecer las plantas y luego poder cosecharlas para poder disfrutar de ellas en una comida.
2. Quitar la maleza
Aprovecha para crear un grupo de trabajo con diversas capacidades. Aquellos residentes que cuenten con un buen nivel de movilidad y fuerza, pueden sentirse realmente satisfechos con el hecho de quitar las malezas del jardín. También es un buen ejercicio físico, pero tendrás que hacer una evaluación de riesgos para asegurarte de que puedas prevenir algunas lesiones que puedan ocurrir. Las cajoneras y macetas elevadas podrían ser útiles en este caso, ya que harán que desherbar y cavar no se convierta en una actividad agotadora. Las herramientas de jardinería adaptadas que tienen mangos de fácil agarre o extensibles también podrían hacerlo más fácil.
3. Juegos de jardin
Puedes organizar un juego de bolos, petanca, cartas en el jardín y todo aquello que se te ocurra, adaptado a las capacidades de los residentes, y alentarles a participar.
4. Jardinería de alféizar.
Si bien esto también podría llevarse a cabo en un jardín, la jardinería del alféizar de la ventana permite que quienes no siempre pueden estar al aire libre disfruten de la jardinería. Se trata de cultivar plantas pequeñas, flores o arbustos en macetas para ventanas u otros recipientes pequeños. Podría ser cualquier cosa, desde lavanda, guisantes hasta el cultivo de berros en cáscaras de huevo.
5. Arreglos florales.
Recoger esquejes de flores frescas y luego ordenarlas puede ser una actividad muy relajante y terapéutica. Equipa a tus residentes con guantes protectores, tijeras de podar, un jarrón y algún adorno y deja que la creatividad aflore.
6. Secar y prensar flores.
Otra opción para algunas flores recién cortadas es secarlas o prensarlas. Esto funciona bien con las rosas: simplemente cuelga los tallos boca abajo y déjalos secar unas semanas. Para flores y hojas más pequeñas, colócalas en un papel secante, coloca otra hoja de papel en la parte superior y luego cubre el papel con libros pesados y déjalo secar una semana.
7. Obras de arte relacionadas con jardinería.
El jardín puede proporcionar una fantástica inspiración para actividades artísticas para tus residentes. Ya sea pintar vistas del jardín con acuarelas o usar hojas para crear collages o imprimir.
8. Regar las plantas
Las actividades que son productivas y ofrecen un sentido de propósito son excelentes para las personas con demencia, ya que las hace sentir útiles e involucradas, un sentimiento que puede ser más difícil de lograr a medida que su cognición disminuye. Ayudar a regar las plantas es una actividad muy fácil y puede hacerse desde una silla o silla de ruedas si es necesario. Si carecen de fuerza en el brazo, considera usar una manguera de jardín o mini regadera ya que serán más fáciles de manejar.
9. Rastrillar las hojas.
Cuando llega el otoño, rastrillar y juntar hojas muertas puede ser un trabajo satisfactorio que permita a las personas salir a la calle. Ten en cuenta que el clima puede ser un poco frío, así que asegúrate de que los residentes estén abrigados.
10. Observación de aves.
Conectarse con nuestro espacio al aire libre y tomarse el tiempo para observar aves y la vida silvestre puede ser extremadamente beneficioso para los residentes, especialmente para aquellos que viven con demencia. La tranquilidad y la calma de la naturaleza mientras se observan pájaros y otras aves revoloteando cerca puede ayudar a reducir la ansiedad, mientras que las vistas coloridas y los sonidos distintivos proporcionan estimulación sensorial.
La observación de aves también puede ser una actividad de reminiscencia valiosa, con la aparición de ciertas especies y los sonidos del canto de las aves que evocan recuerdos que también pueden ayudar a los residentes a recordar su amor por la naturaleza. Para una actividad de mayor compromiso, podrías incorporar al jardín un espacio de cuidado de aves. La terapia con gallineros ha sido bien establecida como una forma de mejorar el estado de ánimo y proporcionar actividades significativas en residencias de personas mayores.
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