ayuda a domicilio

Las personas mayores no sólo requieren cuidados especiales sino sentirse acompañadas y queridas. Si bien las residencias para ancianos son una opción viable, las estadísticas demuestran que la mayor parte de la población de edad avanzada, prefiere estar en casa rodeado de su familia. 

Por fortuna, además de brindar un espacio adecuado y atención especializada, los centros de día en Madrid ponen a disposición una serie de servicios básicos para el cuidado del adulto mayor, entre ellos, fisioterapia, rehabilitación, terapia ocupacional y, por supuesto, ayuda a domicilio.

¿Qué es la ayuda a domicilio?

Los centros de día para mayores están diseñados para brindar atención integral y facilitar la cotidianidad. Su labor gira en torno a tres aspectos claves: acción preventiva, rehabilitación y motivación. Sin embargo, por cuestiones de tiempo o dificultades de movilización a veces resulta complejo recibir este apoyo.

Es ahí donde aparece la ayuda a domicilio. Básicamente, hablamos de un tipo de asistencia que cubre todas las necesidades de la persona cuidada, bien sea de manera parcial o total.

Los servicios especializados de ayuda a domicilio en Madrid son el recurso perfecto tanto en convalecencias médicas, como en la cotidianidad. El acompañamiento profesional persigue mejorar la calidad de vida. La asistencia incluye desde la gestión de la medicación, hasta la higiene. 

Atención individualizada

Al momento de contratar el servicio podemos escoger entre atención personal o asistencia doméstica. La primera, se refiere al apoyo en los cuidados básicos así como el acompañamiento en la rutina personal de la persona mayor, mientras que la segunda, incluye el cumplimiento de las tareas del hogar. 

De esta forma, además de supervisar la medicación, acompañar a citas médicas, procurar la higiene y facilitar la cotidianidad, el profesional a cargo tiene la responsabilidad de preparar los alimentos, mantener limpio el inmueble, lavar y planchar. 

Ventajas de la ayuda a domicilio 

La vejez suele ser vista como la etapa más difícil a la que se enfrenta el ser humano. Sin embargo, con los cuidados adecuados, puede convertirse en una experiencia muy enriquecedora.

La atención personalizada en casa supone respetar la autonomía del adulto mayor y mantenerlo en su zona de confort, de esta forma, se minimiza la sensación de dependencia o de inutilidad. 

Permanencia en el domicilio

Durante la edad adulta es común la aparición del deterioro cognitivo y, por ende, las dificultades para desplazarse. Contratar asistencia domiciliaria implica que el anciano permanecerá en un entorno que le resulta familiar. En palabras más simples evita la necesidad de adaptarse a un nuevo ambiente o rutina

Los especialistas disponen de los conocimientos y recursos para ajustar las condiciones de la vivienda de acuerdo a las necesidades y limitaciones de la persona que tienen a cargo.

Cuidado 100% personalizado

Aunque las residencias para adultos mayores ofrecen asistencia profesional, no se compara a los beneficios que implica contar con un cuidador exclusivo que establece su plan de trabajo de acuerdo al perfil de una única persona.

Esta ventaja es especialmente útil cuando se trata de personas dependientes que requiere atención contínua y asistencia total en tareas básicas como vestirse y caminar.

Rutinas bien definidas 

El sedentarismo es el enemigo letal del adultomayor, la mejor forma de evitarlo es establecer una rutina diaria a partir de hábitos saludables que contribuyan a mantener la calidad de vida.

Fijar una serie de movimientos rutinarios bajo la supervisión del médico de cabecera y la asistencia profesional, no sólo mantiene activo al adulto mayor sino que mejora su estado físico y mental. Las terapias y rehabilitación son herramientas claves en la prevención del deterioro de las articulaciones y la pérdida de masa muscular. 

Sin límites ni horarios

En casa, el anciano disfruta la libertad plena de vivir despreocupado de los horarios o las rutinas generalizadas que distinguen a las residencias para adultos. De esta forma, sus familiares y amigos pueden visitarlo cuando quieran

Lejos de las imposiciones internas de las instituciones, tiene igualmente la posibilidad de aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías y las comodidades que sólo encuentra en su propio hogar. 

Acompañamiento y apoyo emocional

De cara a la tercera edad, es común que las personas comiencen a aislarse y a limitar las interacciones sociales. La asistencia profesional a domicilio no se limita a la satisfacción de las necesidades físicas y mentales, sino también emocionales.  

El cuidador se convierte en un motivador personal. Con empatía y paciencia, acompaña en el día a día a partir de un vínculo que evita la sensación de desarraigo. 

A partir de los gustos y necesidades de la persona a cargo, elabora dietas y actividades especiales que van desde la musicoterapia hasta la fisioterapia, teniendo siempre como premisa la estimulación cognitiva y el bienestar general. 

Para los familiares, el servicio reviste la tranquilidad de que sus seres queridos están en manos especializadas, sobre todo, en lo que respecta a la custodia, seguimiento y suministro de su medicación y aseo personal.

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